23.10.10

Datos irrelevantes para una muerte silenciosa


Querido amigo:

Te sorprendera ver que vuelvo a escribirte tan pronto, pero creo que es el nuevo momento para desahogarse, llevo unos días bastante moviditos...
He vuelto a empezar los entrenamientos de basket, estoy implica el hecho de que tengo que tirarme cerca de una hora metido en el metro, rodeado de gente, pero siempre tan solo.
Me acompaña la música, llevo puesto mis inhibidores de presencias y me sumergo en mis más oscuras pesadillas. Pero aún así me gusta mirar a la gente que se encuentra a mi alrededor, el metro es un lugar tan variopinto, se ve de todo: Jovenes rockeros con las guitarras a la espalda, chicas de un rollo underground con su pelo coloreado por el arcoiris, señoras mayores con miles de historias, gente que solo quiere sentarse, ...

Ahora empieza la parte deportista... Tengo tantas ganas de ponerme a ritmo en el deporte.

Pero hace unos días rebuscaba entre mis cajas de cosas y me topé con un disco, un poco polvoriento, que me compré hace cerca de 2 años.
Pensé que ese disco desaparecío, que se habia volatilizado en algún momento y me hizo especial ilusión volver a oirlo, volver a escuchar sus canciones tranquilitas y su buen rollo. Durante 50 minutos regresé dos años atrás en el tiempo, como si no la hubiera conocido, como si nunca hubiera probado el dulce pecado o no hubiera cerrado mis ojos a reflexionar.

Fué un buen momento...

Y llegamos a la parte dificil y delicada de la carta, hace ni un día que una persona me declaró... Me he quedado nervioso, no sabia que demonios hacer, no sabia que demonios pensar, no sabia como demonios huir... No tengo experiencia anterior a esto, es más, jamás pensé que esto me pasaria, no me considero un tipo del que te puedas enamorar, no doy opciones, al menos no lo intento... Pero no puedo respoder a ese amor, mi corazón aún se acelera cuando me topo con ella, me tiemblan las piernas cuando me sonrie, no puede parar de pensar en su sonrisa.
Y no, no quiero mentir a mi corazón, no quiero decirla que yo también cuando mi corazón pertenece a otra, pero no quiero dejarla así, se que ella se merece algo, y ese algo no soy yo, yo no encajo con nadie de momento, no puedo sentir "eso" por alguien de pronto, me cuesta mucho, demasiado...
Ahora no se que hacer, esto es un pequeño triangulo amoroso, del que cualquiera al que conozco sacaria provecho, pero yo no soy cualquiera, a mi no me interesa enrollarme con una, ni salir con una, solo porque lo digan los canones sociales-juveniles actuales... Puedo esperar a tener a alguien que realmente quiero...

Yo la aprecio... Pero tenerme a su lado seria hacerla mas daño.

No se que hacer para arreglarlo, creo que ni siquiera puedo, ahora voy a estar cabizbajo unos días, hasta que le encuentre 9 pies al gato negro que maulla en mi tejado...

[Siento no poder decir que sí...]

Solo un fuerte abrazo de un triste violonchelista de tejado...

1 comentario:

Alba dijo...

Eso es ser sincero y el resto son tonterías! Ahora haber si lo haces face to face