28.12.10

Alargar los buenos acontecimientos


"Y dicen que un balcón es el lugar idílico para una noche romántica, a la luz de una gran luna agujereada por mil y tres cohetes sin rumbo, con una dulce melodía y un par de copas.
Quizás nunca se me dieran bien los tratos románticos, quizás mis neuronas nunca funcionaron del todo bien en lo que a relaciones humanas se refiere, pero he sobrevivido todo este tiempo rodeado de gente. Un poco mas de compañía no me vendrá mal...

Si te siente sola sabes que estoy aquí esperándote, en mi idílico balcón.

He conocido a tanta gente, he pasado tantos buenos ratos. Aquí sentando, en mis últimos momentos, mirando tu sonrisa, los recuerdo a todos. Que extraña sensación ¿verdad?

Recuerdo que hace décadas conocí a una mujer de armas tomar, una especie de caperucita roja de ciudad, con converse azules traídas del salvaje oeste y un mas que buen gusto melomano.
Decían de ella que te volvía majara con sus enrevesadas ideas, que sus enfados eran por cosas mínimas y que, por supuesto, no olvidaba... Recuerdo que era hija única, imagínate porque.
Mas de un foto-matón sufrió de nuestras andanzas, una foto por "cita" acordamos al poco de conocernos. Y ahora tengo una pared entera de fotos de carnet en las que aparecemos los dos, con caras raras y mil sonrisas enlatadas.

A veces me cuesta llegar al estribillo.

Esa chica me enseño muchas cosas, y posiblemente parte de ellas yo te las haya dicho después ¿Quien sabe? [...] El viento se llevo mi memoria, mis ganas de sonreír y gran parte de mi vida. Disfrutar de la vida cuando es el momento adecuado en lo mejor, o sí no terminaras siendo un viejo que no para de contar historietas de su vida incluso en su lecho de muerte, e hija mía, la vida es muy aburrida si no le pones empeño, vive el momento, llega a tu balcón y brinda con el mejor champan... Ahora que yo ya no puedo."

Y mira que he visto converse en mi vida,
pero ninguna como las suyas.

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