Otra de esas películas que no fueron bien recibidas y años después se convirtió en una de culto.
Un poco de control mental y escenas subliminales con Brad Pitt y Edward Norton, una película de esas que al menos yo necesito ver un par de veces para entenderlas del todo.
Y eso sí, tiene muchas peleas...
La escena que os pongo no dura mas de 30 segundos y es una pequeña frase de Tyler Durden que me gustó y por eso os la dejo aquí:
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