Me acosté adormecido y desperté en un mundo normal.
Desperté delante de ella, en mi sueño maravilloso, me intentaba decir algo, parecía asustada, solo dos palabras salieron de su tímida boca: "Yo te..." giró un poco el rostro y sin darse cuenta yo junté mis labios a los suyos.
Abrió rápido los ojos y enseguida los cerró, con un aire satisfecho. Parecía un sueño dentro de un otro, una espiral onírica que no para de expandirse. Un momento intenso que junto a mis neuronas lo hacían mucho más real. No se si en ese momento mi mente voló, pero por momentos perdí la consciencia de que era un sueño y lo creí real.
Le pregunté si me quería, y me quiso, la pregunté si me amaría y me amó.
Todo pasó sin darme cuenta y nuestros dedos se enredaron unos con otros, bajábamos unido y felices, enamorados el uno del otro y yo sin darme cuenta de que seguía en el sueño.
Eran una imagen única, era vernos juntos, hablando del presente y disfrutando del futuro. Eramos dos tontos enamoradizos que no nos atrevimos a declararnos, eramos simplemente dos románticos empedernidos que nunca se dieron cuenta de su error pero al final, en mi mente, pasó.
Y sigo pensando que no fue un sueño...
2 comentarios:
Yo vi la luna detrás de la palmera y me deslumbró con su perfume francés...
Si ya me dijeron las estrellas que tuviera cuidado con la luna. Pero más guapa que ninguna me quedé con ella.
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